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James Randi y los timadores: Algo personal

6 agosto 2010

James Randi (o “El Asombroso Randi”) es este adorable señor con aspecto bonachón y cierto parecido a Charles Darwin, que bajo su inocente aspecto lleva décadas siendo el azote de charlatanes, timadores, mediums, curanderos, homeópatas, videntes o psíquicos entre otros. Si no le conoces, merece la pena que “pierdas” un poco de tiempo buscando información sobre él en internet:

Después de trabajar como mago profesional durante años se dio a conocer internacionalmente tras acusar a Uri Geller de no ser más que un charlatán que usaba trucos conocidos entre los magos para hacerlos pasar como poderes paranormales. Johnny Carson, el presentador del programa The tonight show, había sido anteriormente mago y era amigo de James Randi. En cuanto contrataron a Uri Geller para salir en su programa, Johnny Carson (absolutamente escéptico) llamó a Randi y le pidió ayuda para evitar cualquier truco durante su entrevista a Geller. Randi les dijo que preparasen sus propios accesorios y que no les dejasen a los ayudantes de Uri Geller llevar nada al programa. Resulta muy ilustradora la cara de Uri Geller al final del siguiente vídeo:

James Randi asegura que se embarcó en su particular cruzada contra la pseudociencia porque le enfurece ver a timadores como John Edward y otros aprovecharse de la ingenuidad y la angustia de la gente con trucos al alcance de cualquier ilusionista: «Como mago, alguien que profesionalmente engaña a la gente, pero lo hace para entretenerla, sé dos cosas con gran certeza: En primer lugar, cómo engañar a la gente. Y, en segundo lugar, y esto es más importante, cómo la gente puede engañarse a sí misma«.

Randi es también conocido por su famoso “Desafío paranormal del millón de dólares”, en el que la Fundación Educativa James Randi otorgará ese premio a cualquiera capaz de demostrar cualquier tipo de poderes paranormales, sobrenaturales u ocultos bajo condiciones de prueba acordadas por ambas partes. El 7 de junio de 1989, se emitió en directo el programa Exploring Psychic Powers Live! («¡Explorando los poderes psíquicos en directo!»). En el programa, Randi examinó a varias personas que afirmaban poseer poderes paranormales. El programa ofrecía 100.000 dólares (los 10.000 de Randi más 90.000 dólares ofrecidos por la emisora Lexington Broadcasting) a cualquiera que pudiese demostrar poseer auténticos poderes paranormales:

– Un astrólogo afirmaba ser capaz de determinar correctamente el signo zodiacal de una persona tras hablar con ella durante unos minutos. Se le presentaron 12 personas de una en una, cada una de un signo diferente. Las personas no podían decirle al astrólogo cuál era su signo zodiacal ni su fecha de nacimiento, ni llevar nada encima que pudiese indicarlo. Tras hablar con las 12 personas, el astrólogo debía sentarlas en frente del signo correspondiente. El acuerdo previo establecía que el astrólogo debía acertar al menos 10 signos para ganar. No acertó ninguno.

– La siguiente candidata aseguraba ser capaz de leer el aura de las personas. Según ella, las auras son visibles hasta una distancia de 5 pulgadas de las personas. La participante escogió a 10 personas que según ella tenían un aura claramente visible. Las 10 personas debían situarse tras unas pantallas opacas, y la candidata estuvo de acuerdo en que el aura sería visible por encima de las pantallas. Éstas estaban numeradas del 1 al 10, y se decidiría aleatoriamente si las personas situadas detrás habrían de permanecer de pie o sentadas. La candidata notificaría si la persona estaba de pie o no en función de que fuese capaz de ver su aura o no. Puesto que el simple azar determinaría un 50% de aciertos, la candidata debía ser capaz de acertar en 8 de los 10 casos. Finalmente la candidata determinó que el aura era visible tras todas las pantallas, por lo que todas las personas debían de estar de pie. Sin embargo esto sólo era cierto en 4 de los 10 casos.

– Un zahorí aseguraba ser capaz de localizar agua incluso en una botella dentro de una caja de cartón sellada. Se le mostraron 20 cajas, y el zahorí debía señalar cuáles contenían una caja de agua. Él señaló que 8 cajas contenían agua, pero lo cierto es que sólo 5 la tenían.

– Un candidata psicómetrica aseguraba poder recibir información personal de una persona a partir de algún objeto de su propiedad. Para evitar interpretaciones ambiguas, la candidata aceptó recibir un reloj y una llave de 12 personas diferentes. Debía ser capaz de reunir cada llave con el reloj del mismo propietario. Según el acuerdo previo, al menos 9 de las 12 parejas debían ser correctas, pero la parapsicóloga sólo acertó en 2 casos.

– Durante el programa, otro parapsicólogo se sometió a una prueba con 250 cartas Zener, debiendo adivinar cuál de los 5 símbolos de las mismas se ocultaba tras cada una de ellas. Elegir una figura al azar en cada ocasión ofrecería alrededor de 50 aciertos, así que el acuerdo previo es que el parapsicólogo debía acertar al menos 82 cartas. Su resultado final fue de 50 aciertos.

Aquí el vídeo del programa:

En el siguiente vídeo podemos ver cómo unos zahoríes australianos deciden aceptar el juego y someten su presunta habilidad a los métodos científicos del escéptico Randi para conseguir el premio en metálico:

Zahories se someten al reto de James Randi (2/2)

Como el mismo James Randi comenta es difícil encontrar estafadores entre los zahoríes. Al contrario que en otras facetas del negocio paranormal, la mayoría de ellos creen que tiene verdaderos poderes, probablemente debido a la tasa de aciertos, algo que no debe sorprendernos. Es cuando se ejecutan experimentos como el realizado por Randi, en el cual se solicita a una serie de zahoríes que localicen tuberías enterradas con agua, que observamos que la tasa de aciertos no es mayor que la esperada por azar. Esto resulta particularmente perturbador para los zahoríes quienes, como se ha comentado, creen honradamente en sus poderes.

Pero ¿cómo se mueven entonces las varillas, o el péndulo? Los defensores de la radiestesia han sugerido toda una serie no comprobada de efectos debidos a magnetismo o misteriosas fuerzas desconocidas para la ciencia. La explicación es mucho más sencilla.

Por una parte podemos observar que algunos de los instrumentos utilizados en la radiestesia son, por su propia forma y por el modo en que se utilizan, altamente inestables. Quien lo dude, que pruebe a tomar una barra larga o una rama en Y y trate de mantenerla fija en horizontal mientras camina. Por mucho que lo intentemos, el mínimo movimiento angular por parte de nuestras muñecas se va a convertir en un movimiento claramente perceptible en la vara.

Por otro lado, tenemos lo que se llama el Efecto Ideomotor, que consiste en el movimiento involuntario de partes del cuerpo provocado por un estímulo mental en lugar de uno físico, es decir, un movimiento provocado inconscientemente. Cuando este efecto provoca un pequeño movimiento en las muñecas del zahorí, la inestabilidad de la herramienta provoca que el movimiento se multiplique, con lo que tenemos las famosas «sacudidas» de las varillas, o el giro del péndulo.

Así pues, hemos comprobado que ser zahorí no es tan difícil si se dan las condiciones adecuadas. Al final, no es lo que hay en el interior de la tierra lo que mueve la mano del zahorí, sino lo que hay en el interior de sí mismo.

Una bofetada de racionalidad en toda la boca.

Hasta hoy, el premio sigue desierto.

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Fundación Educativa James Randi

Premio del Millón de dólares

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